Nuestro viaje comenzó a ponerse accidentado…
Salimos de la Zona Arqueología de Los Toriles rumbo a la Laguna de Santa María del Oro en el municipio del mismo nombre, la ruta fue por la carretera libre lo cual nos garantizaba pasar por un costado del Volcán «Ceboruco» y observar piedras volcánicas, restos de la ultima erupción.
Algunos miembros del equipo aprovecharon para descansar después del viaje nocturno y el Busslag (algo así como el jetlag, pero este es de autobús) comenzaba a hacer estragos en nuestras personas. En esta etapa del viaje me comenzaré a dar cuenta que debería de incluir en el kit de viaje alguna lata de Monster o Red Bull ya que la pila se les acaba con solo una actividad al día. Justo en este trayecto comenzaron los problemas mecánicos con la unidad que se nos habían asignado para la movilización.
Tardamos un poco mas de lo esperado debido a las vueltas de la carretera libre, después la bajada desde la cabecera municipal hasta la laguna, la cual se debe hacer con cuidado y pericia ya que la carretera es sinuosa y de solo un par de carriles pero al fin llegamos, el hambre se hacia evidente en todos los viajeros por lo que llegamos al restaurancito designado y rápidamente tomamos posesión de unas mesas y nuestros asientos.
La promesa culinaria de la visita a la Laguna es el famoso «Chicharrón de Pescado» el cual obvio fue incluido entre los platillos que pedimos para degustar, además de la primera cubeta de cerveza Pacifico y el ceviche de camarón. Era de esperarse que no nos quedáramos con las ganas de descubrir mas de las delicias ofrecidas en el menú y pedimos también unas empanadas de camarón las cuales fueron una grata sorpresa, ampliamente recomendables.
Sorpresa mas agradable fue la «variedad» ya que esta fue proporcionada por un concepto hasta el momento desconocido por el equipo, la cual consiste en una plataforma flotante (sobre las aguas de la Laguna) con un bailarines y una banda de viento interpretando sones pa’ bailar, la cual era remolcada por una lancha de motor que lleva a esta plataforma cerca de la rivera de la laguna para que sea disfrutado por los comensales y visitantes.
La comida transcurrió con alegría, disfrutando de las delicias culinarias, el clima y las vistas del lugar, pero era tiempo de volver a Tepic para seguir con nuestro plan el cual consistía en ir a algún lugar de mala muerte (si como no) realmente era ir a un Karaoke a perturbar oídos =D.
Los problemas mecánicos se manifestaron con mayor ímpetu en la subida a la cabecera municipal, pero nos permitieron llegar y conocer otra de las tradiciones Nayaritas que según nos contaba @letsangelite consiste en que las parejas que quieran tener hijos (embarazarse pues) tienen que tocar al mismo tiempo unas rocas con forma redonda llamadas «Bolas de la Fertilidad» y están ubicadas afuera de la iglesia de SAMAO… lamentablemente nadie se animo a tocar las piedras… al menos en pareja. No «vaiga» siendo
El regreso a Tepic se comenzó a poner tortuoso ya que la camioneta no quería ir a mas velocidad después de los 30 kms y solo veíamos autos rebasarnos con singular alegría, el colmo era ver pasar a los camiones grandes, pesados y llenos de caña de azúcar rumbo al Ingenio pasarnos también =(.
En un punto entre San Cayetano y Tepic la camioneta dijo «no mas» y se negó a continuar el camino. Se solicito el auxilio al «Comandante» (señor, si señor) Contreras y mientras nuevamente varados esperábamos sobre el acotamiento de la carretera tuvimos la oportunidad de tomar algunas instantáneas del atardecer sobre el Cerro de San Juan de Tepic. El auxilio llego un rato después y fuimos remolcados hasta un lugar mas seguro donde abordamos otra unidad hasta nuestro destino. Lamentablemente este contratiempo nos cambio los planes y por la hora (y humor) decidimos cancelar la visita al Karaoke. A descansar y esperar el día siguiente ya que la promesa era acercarnos al agua salada y disfrutar de otra de las delicias culinarias de Nayarit
Pero esa es otra historia