Ahorrarse el IVA, no es ahorrar

Este es el primer post se la serie: Impuestos para no Contadores

ivaExiste en algunos lugares la práctica común de preguntar ¿con factura o sin factura? cuando realizamos una compra. La idea generalizada es que al no requerir factura nos estamos “ahorrando” el 16% de IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado) pues no nos lo cobrarán pero ¿realmente es un ahorro?

Para quienes estamos obligados a presentar declaración de impuestos ésto no es siempre cierto, pues lo que hacemos al rechazar una factura (y el pago del IVA) es disminuir la posibilidad de deducir el ISR (Impuesto sobre la Renta) que tuvo a bien subir a 30% este año.

Como profesionistas independientes, freelances o emprendedores, tenemos el derecho (y este no me lo inventé yo, sino que está señalado en el artículo 176 de la LIRS) de no pagar impuesto (ISR) sobre cualquier gasto relacionado con nuestra actividad profesional. Para un consultor por ejemplo, los gastos en capacitación, libros, papelería, computadora, internet, etc. Son  relacionados con su actividad, pero ¡cuidado! a menos de que su actividad profesional sea nadador olímpico, el traje de baño y el protector solar NO lo serán.

Con peras y manzanas: Imaginemos que durante cierto mes facturamos (o dimos recibos de honorarios) por $10,000 y decidimos comprar algo (que pueda ser deducible) con un precio de $1,160. El proveedor nos ofrece pagar solo $1,000 con un “ahorro” de $160.

Aclaro aquí que no considero el espantosísimo IETU para hacer el ejemplo simple, ese es tema de otro post. En un esquema simple y didáctico, nuestra declaración de impuestos se vería así:

 

 

Con Factura

Sin Factura

Ingresos Mensuales

10,000

10,000

IVA a Cargo

1,600

1,600

Egresos Deducibles

1,000

0

IVA a Favor

160

0

Base gravable (Ingresos – Egresos

9,000

10,000

Pago por ISR (30% sobre ingresos)

2,700

3,000

Pago por IVA (a cargo – a favor)

1,440

1,600

Total a pagar por impuestos

4,140

4,600

Como verás, los $160 que nos ahorramos, se convirtieron en un impuesto de $460 ($4,600 – $4,140), ¡terminamos pagando $460 de más! Y que quien se ahorro dinero fue el proveedor que no va a pagar el 30% de ISR sobre el ingreso que representó nuestra compra.

¿Y qué pasa con los asalariados? ¿Creen que ya se salvaron? Lamento informarles que no. Cada vez que permitimos que alguien deje de declarar impuestos al no darnos factura, lo que hacemos es disminuir la cantidad de dinero que Hacienda recauda. Cuando no hay dinero ¿adivinen a quién voltea a ver el gobierno? Si, a la base cautiva, a ustedes que reciben un salario y a los tres pelados que declaramos impuestos, quienes terminamos haciendo frente a las alzas de impuestos.

Aunque ya lo he dicho antes, lo repetiré ¡odio los impuestos! Pero también reconozco que no puedo omitir mi responsabilidad por pagarlos. La idea de unas finanzas sanas no significa olvidarnos de nuestras obligaciones, pero sí cumplir con ellas de la forma más inteligente y eso significa no “ahorrar” dejando de pagar el IVA ni olvidarnos de pedir comprobantes SIEMPRE que realicemos una compra ya que ésta tendrá un impacto positivo en nuestras finanzas vía impuestos.

Karla Bayly

Post original en el blog de Karla Bayly – Finanzas Personales