Experimentos: capacidad de recordar conceptos simples


En esta ocasión hemos decidido poner a prueba la capacidad de los caballeros para recordar conceptos simples.

Para la primera fase del experimento pedimos a tres caballeros sentarse en la barra que atiende el viejo Jimmy, el cual les haría 10 simples preguntas por separado a cada uno; por ejemplo, ¿En qué año dio inicio la independencia de México?, o ¿Cuáles son los cuatro puntos cardinales? Como resultado, en promedio, 9 de las 10 preguntas fueron respondidas de manera correcta. Los caballeros se fueron contentos a pasar una noche llena de optimismo, seguros de su cultura.

Para la siguiente fase del experimento, pedimos a otros tres caballeros sentarse en la barra, pero ahora les solicitamos que tomaran 5 cervezas antes de responder a las mismas 10 simples preguntas, que también podían tener que ver con el arte, por ejemplo ¿Quién escribió El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha o ¿Cómo se llama el cuadro de Da Vinci en donde se puede observar a la mujer de la enigmática sonrisa? Los indicadores de eficacia cambiaron un poco. Sólo hubo 4 respuestas correctas en promedio de entre las 10 preguntas. Eso sí, hubo largas interrupciones para que los caballeros terminaran de reir, para después pedir a Jimmy que les ‘epitieran la ‘egunta. Los caballeros se fueron contentos, jurando haber pasado un buen momento y abrazándose unos a otros llamándose compadres. A este grupo parece no haberles importado mucho su nivel de cultura cuestionable.

Para la última fase del experimento, pedimos a otros tres caballeros sentarse en la barra, pero ahora les solicitamos que tomaran 10 cervezas antes de responder a las mismas 10 simples preguntas. Como resultado 2 preguntas fueron respondidas de manera correcta, no en promedio, sólo 2 preguntas, de 30. Intentos los hubo, uno dijo “Ahí por 1821 fue escrito el Quijotillo que andaba en pos de salvar a una Mona que estaba francamente Lisa de norte a sur”. El segundo caballero atinó entonces a decir al primero: “No, no, no, Sancho Panza y Doña Blanca está cubierta de pilares de oro y plata, que desde mil ochosiento… ¿qué siento? Siento nauseas”. El tercer no dijo nada, nada que los otros no hayan dicho. Pero quisá creyó contribuir al decir “slfjlasññfañlfkj” para después caer al suelo. El primero de los caballeros entonces comenzó a llorar por que  Don Quijotillo estaba solo, como él; el segundo caballero entonces lo confortaba con las siguientes palabras: “Ya ves, compadre, la Lisa le pidió la Independencia, para irse a oeste con este el Sancho Panza!” y tras eso también cayó al suelo.

Conclusión: Saber cuál es el edificio más alto en la ciudad de México, al parecer no era una pregunta tan simple porque ningún grupo la respondió de manera correcta.

Tomado del Blog de Club Caballeros

Experimento | Como influye el color de labios de una mujer en los hombres

Para nuestro experimento quisimos entender la eficacia del color de labios de una mujer en la conquista de un hombre.

Primero, solicitamos a una castorcita no pintarse los labios y mandar besos a los caballeros que circulaban cerca. Este sería nuestro grupo de control. 4 de 10 hombres voltearon, se ruborizaron y continuaron andando sin dejar de ver a la castorcita. 2 caballeros voltearon demasiado y recibieron sendos cachetadónes de sus parejas. A 1 más, luego de ver con tal cinismo a la castorcita le pidieron de inmediato el divorcio. 2 hombres más voltearon, se ruborizaron y continuaron andando sin dejar de ver a la castorcita, enseguida tropezaron con un banco que les pusimos por simple diversión y luego de levantarse y sacudirse continuaron andando. 1 no volteó.

Enseguida pintamos de un rosa suave los labios de la castorcita, la cual también mandaba besos a los caballeros que circulaban cerca. 4 de 10 voltearon, se ruborizaron y continuaron andando sin dejar de ver a la castorcita. 1 hombre se quedó pasmado y al reaccionse tuvo que limpiarse la baba que ya escurría por sus comisuras; 1 volteó, se ruborizó y continuó andando sin dejar de ver a la castorcita sólo para tropezar con 1 de los caballeros del experimento anterior que no se había levantado luego de tropezar con el banco que pusimos por simple diversión. 2 más pasaron y se quedaron viendo a la castorcita, uno se acercó con ella y le pidió su teléfono, al parecer estaba triste porque le acababan de pedir el divorcio. Nuevamente 1 no volteó.

Finalmente pedimos a la castorcita que se pintara los labios de un rojo intenso. Los resultados fueron sorprendentes. 8 de 20 caballeros eran los mismos que habían pasado la primera vez, volteado, ruborizado y continuado andando sin dejar de ver a la castorcita. Ahora sólo se quedaron ahí, en similar actitud que aquel que le escurría la baba que también regresó y volvió a escurrirla. El sujeto que había caído sobre el sujeto que había tropezado con el banco, que pusimos por simple diversión en el experimento 1, al parecer descubrió que tenían mucho en común y se invitaron una copa. Pero nuevamente 1 pasó sin voltear. El otro sujeto que había tropezado con el banco que pusimos por simple diversión en la primera fase del experimento se acercó intrigado al que no volteaba, le dijo al oído lo que pasaba, es decir, que una castorcita mandaba besos para averiguar la eficacia del color de labios de una mujer en la conquista de un hombre. Y entonces, aunque ciego, se quedó a imaginar a la castorcita y sus besos con labios pintados de rojo intenso.

Conclusión: Qué guapa estaba la castorcita y los labios que bien se le veían de cualquier forma.

Tomado del Blog de Club Caballeros